Las principales diferencias entre aplastar tapas y botellas de plástico radican en su composición, diseño y requisitos de reciclaje:

1. Diferencias de material

Botellas: Generalmente fabricadas de PET (plástico n.° 1) o HDPE (plástico n.° 2). Se aplastan fácilmente en escamas.

Tapas: Normalmente de PP (polipropileno n.° 5) o HDPE (plástico n.° 2). Más duras, densas y quebradizas que el plástico de las botellas.

2. Comportamiento físico al aplastarse

Botellas:

Se colapsan uniformemente al comprimirse.

Tienen un mínimo rebote debido a la flexibilidad del PET/HDPE.

Tapas:

Requieren mayor presión para aplastarse (el PP es rígido).

Tienden a romperse o fragmentarse explosivamente bajo presión (riesgo de proyección de fragmentos).

Pueden reventar violentamente si queda aire atrapado en su interior.

3. Dificultades de reciclaje

Problemas de separación:

Las tapas y las botellas se funden a diferentes temperaturas. Las escamas mezcladas contaminan el PET reciclado.

Problemas de tamaño:

Las tapas aplastadas (<2 cm) se caen a través de las cribas de clasificación y terminan como desecho.

Buenas prácticas:

Vuelva a colocar las tapas después de aplastar las botellas (evita pérdidas durante la clasificación).

Consulte la normativa local: algunos centros de reciclaje aceptan botellas con tapa; otros requieren la separación.

4. Seguridad y equipo

Aplastar las tapas puede dañar las trituradoras domésticas (se ejerce presión sobre los mecanismos).

Los fragmentos de tapa que salen despedidos representan un riesgo para la seguridad (use protección ocular).

Conclusiones clave:

✅ Aplaste las botellas para ahorrar espacio.

✅ Deje las tapas ligeramente colocadas para su reciclaje (a menos que la normativa local indique lo contrario).